Procura no usar aparatos electrónicos con pilas.

Evita el uso excesivo de productos de usar y tirar.

Usa recipientes de plástico reutilizables, en vez de papel de aluminio, para envolver tus alimentos.

Compra solamente lo que necesites, con el mínimo de envases o embalajes.

Si realmente no te interesa o no los vas a usar, evita coger hojas o folletos publicitarios.

No empaquetes tus regalos, vas a sorprender igualmente.

Si comes fuera, llévate a casa los alimentos emplatados que no te hayas comido.

Usa las bolsas de plástico tantas veces como sea posible.

Utiliza el papel por ambos lados, y el papel de periódico para embalar los materiales frágiles.

Recarga tu botellita de agua en vez de usar una nueva.

Usa en la medida de lo posible elementos recargables, como bolígrafos, pilas, cartuchos de tinta o tóner.

Otras personas pueden reutilizar los juguetes, libros, ropa, aparatos electrónicos e informáticos, etc. que nosotros ya no necesitemos.

Compra en tiendas de segunda mano

Reutiliza tus muebles viejos (píntalos, tapízalos…)

Separa correctamente los residuos en tu hogar o empresa para promover un reciclaje eficaz.

Utiliza los contenedores adecuados para cada tipo de residuo o acude a tu Punto Limpio más cercano para facilitar su posterior reutilización, reciclaje o tratamiento.

Recicla en tu hogar los restos orgánicos (restos de cocina y del jardín) que generes mediante autocompostaje.