Arguineguín un poco de historia

Arguineguín un poco de historia

ARGUINEGUÍN: TRADICIÓN SUREÑA

La historia de Arguineguín está ligada al mar y a la captura del atún, quizás la especie pelágica que más impacto ha tenido en la economía del sur de la isla. A lo largo de los tiempos, tanto la población aborigen como más adelante los colonos castellanos que se ubicaron en sus barrancos y costas, hicieron del pescado uno de sus más preciados recursos alimenticios.

En el siglo XIX el desarrollo del comercio marítimo favoreció a todo el área. Llegaron al puerto de Arguineguín los barcos de vapor que, haciendo sonar sus sirenas, provocaban un frenesí de comerciantes, arrieros, pastores y, por supuesto, marineros y pescadores. Los cultivos de exportación también se estibaron y desestibaron por los marineros en la playa grande de Arguineguín. Desde sus lanchas a los almacenes de empaquetado y depósito, las descargas de pescado convivieron con las cajas de plátano y tomate.

Aunque el responsable del gran avance y crecimiento de esta zona es el atún. Las posibilidades comerciales de este pescado azul produjeron una revolución en el área. Los túnidos, que dibujan una línea migratoria en las aguas del sur de Gran Canaria, atrajeron a pescadores tanto locales como de fuera y las actividades pesqueras pasaron del autoabastecimiento a convertirse en uno de los motores del cambio económico de principios del siglo XX, llegando a albergarse hacia los años 20 dos factorías de salazón en Arguineguín.

Con el desarrollo del turismo, sobre los años 60, la pesca comenzó a perder importancia pero el amor al mar de sus gentes, unido a la gran labor de la Cofradía de Pescadores de Arguineguín, han mantenido viva en la zona esta profesión que ha marcado el carácter de sus habitantes.